domingo, 21 de enero de 2018

El barrio atrae al barrio


Creo que la gente no me conoce sólo porque no me saluda cada vez que nos cruzamos por el barrio.  Y es que la mayoría de las veces ni siquiera existió una presentación formal.  El barrio se encargó de hacernos coincidir por las calles, de compartir amistades,  pero nunca de presentarnos. 

Existe un lenguaje no verbal, un cruce de miradas que dice "te conozco, eres hija de..., hermana de...estudiaste con...". Sientes ese magnetismo y aunque crezcas, te independices o incluso te mudes, siempre permanecerás cerca del barrio. Y siempre vuelves a la mercería, o al zapatero, o al peluquero, porque son los de siempre.

Pero al barrio no se le pueden poner puertas. Va más allá de una ubicación. Es un estado mental.

Porque voy a la ITV y el técnico es ese chico que vivía dos calles más allá, el mismo que tuvo que contar la distancia de su pasaje con duros durante el verano previo a entrar en el instituto. El mismo que me cruzaba en una esquina cuando hacías los mandados y volvía a su casa con la cara tiznada de negro y gesto de resignación. Y eso sólo era el verano, el primer día de clase no sé cómo lo pasó. Ni siquiera sé cómo se llama. Probablemente él tampoco conozca mi nombre. Pero nos conocemos. Del barrio.

Después voy a la farmacia, y descubro que me hago mayor cuando la hermana pequeña de mi compañero  de la EGB está haciendo prácticas. No sé si me habrá reconocido, pero yo sí que recuerdo esos recreos cuando íbamos al patio de los pequeños para verla y que supiera que no sólo podía contar con su hermano mayor, sino con toda su clase.

Finalmente, en tu edad adulta me vuelvo a reencontrar con tus amigos de la infancia. Ya no sólo somos nosotros, sino nosotros con nuestras circunstancias. Algunas circunstancias, con nombre y apellidos, juegan donde lo hacíamos nosotros. Y me doy cuenta de que la mayoría no nos hemos alejado mucho del barrio.

Porque el barrio no es un conjunto de calles. Soy yo, mi vida y con quien la comparto, en pasado y presente. parafraseando a Bécquer: "¿Qué es barrio?, me preguntas mientras clavas tu pupila azul en mi pupila. Barrio, eres TÚ"

viernes, 1 de agosto de 2014

Del uso del entorno natural:tenemos medusas

El otro día estuve un rato en la playa. Y no sé si fue debido al sol estuve reflexionando un rato. Nos creemos los dueños de todo. Me refiero al hombre como raza. A lo que viene siendo la persona humana, tal y como se llama este blog. Aunque ahora no quiero referirme a ninguna persona humana en concreto.

Playa
Playa

Vamos con nuestras neveras, nuestras sombrillas y nos creemos que la playa es nuestra. Y nos quejamos porque en el mar hay medusas que nos pican cuando nos bañamos. ¿Y qué queremos?Esquilmamos los fondos marinos para sacarles provecho, cazamos indiscriminadamente, empujamos a la extinción de especies, liberamos tóxicos en las aguas, robamos espacios al mar y encima nos quejamos.

Mar azul
Mar azul

Al meterme en el agua, tuve que salir por dos veces para sacar residuos plásticos. Dos bolsas vamos. Alguien me dijo que si me iba a limpiar todo el mar, y evidentemente es imposible, pero por lo menos esos dos plásticos ya no están en el mar. Soy de la opinión que si cada uno hiciese un poquito, no harían falta grandes hazañas a lo Greenpeace o actuaciones masivas de limpieza. Si yo me preocupo de lo mío, es suficiente. 

Playa con gaviotas
Playa con gaviotas

Pero volviendo a las pobres medusas. Yo soy la primera que no se remoja si tengo conocimiento de avistamientos. Pero eso son cuestiones personales. El problema no es que el ayuntamiento de turno no pase el barco recogiendo las medusas próximas a la costa. El problema es que ya no tienen tantos depredadores
, como tortugas, muchas de las cuales mueren al ingerir plásticos como los que saqué del mar. El problema es que cada vez los océanos y los mares tienen mayor temperatura y los ecosistemas se desequilibran. El problema es...la persona humana.

miércoles, 9 de julio de 2014

Del Camino de Santiago

Va a hacer un año que llegué. Cómo pasa el tiempo.O mejor dicho. Cómo pasas tú por el tiempo. Porque en estos meses han cambiado cosas en mi vida. Pero esa es otra historia. Este es un artículo de sensaciones. Y aunque yo iba buscando un cambio en el Camino, el cambio estaba dentro de mi.
Cuando llevas mucho tiempo soñando con hacer algo, y en la primera vez fracasas porque en tu lucha personal ha ganado el cuerpo, se siente una frustración tan grande que se te encoge la garganta, el pecho, el corazón y hasta te cuesta respirar.

Es lo que me pasó a mi cuando intenté el Camino la primera vez en el 2011. Empezamos en Villafranca del Bierzo, casi a 200 km de Santiago. El Bierzo me enamoró, unos paisajes increíbles, unos pueblos preciosos, un ambiente peregrino genial, pero a destacar, la subida a O Cebreiro. Ahí es donde te das cuenta dónde te has metido. Hasta que llegas a Hospital, piensas que el Camino no es tan duro como te habían contado. Has madrugado, pero andas en el amanecer y a la fresca. Hay silencio, interrumpido por algunos coches que saludan a los peregrinos. En Hospital paras un poco para reponer fuerzas y comenzar la subida.

Hospital
Hospital

Hay que subir 609 metros de altitud, es decir, de 687 metros de altitud en los que está Hospital a O Cebreiro a 1296, en una distancia de unos 8 kilómetros. El primer tramo de subida termina en La Faba. Si os soy sincera, ni vi lo que había allí, cuando llegué me faltaba el aire, y solo pude tirarme en el suelo y tomar un zumo y un plátano.Y el último tramo, en el que cruzas el límite entre León y Lugo es muy duro, porque casi no hay vegetación y si te pilla un poco de sol puedes pasar bastante calor. Pero tú sigues, porque hay que llegar. Creo que esa es la frase del Camino. HAY QUE LLEGAR. 

Villafranca del Bierzo
Villafranca del Bierzo


Villafranca del Bierzo
Villafranca del Bierzo


Y llegué a O Cebreiro. Aunque es muy turístico, las piedras que lo conforman transmiten paz. Por lo menos a mi. Y la altura a la que está ayuda, porque se ve el valle. Y te sientes pequeño ante la inmensidad. Pero a la vez grande por haber llegado.

O Cebreiro
O Cebreiro

Y bueno, después de dos etapas, no pude más. Da igual lo que me pasara. Pero no pude. Me quedé desde donde empieza la mayoría: Sarria. Pero lo peor fue tener que llegar a Santiago, para poder coger el avión de vuelta, y no hacerlo andando. Aún me emociono cuando lo pienso. La sensación de fracaso sigue ahí. 
Fue una experiencia. No sé ni cómo calificarla. No es agradable, pero a mi me gusta sacar algo bueno de todo. Y esa experiencia me enseñó muchas cosas sobre mí, sobre mi pareja y sobre afrontar situaciones que te desbordan.

Pero llegó la nueva oportunidad. Empezando en Sarria el año pasado. La emoción embargaba todo mi cuerpo y me daba una energía increíble. Tenía ganas de saltar y bailar. Pero en el Camino es importante gestionar las fuerzas. Y aun así es duro. Y mi cuerpo me volvió a poner a prueba. Pero esta vez hice un pacto: Te dedico un poco de tiempo, pero esta vez llegamos. 

Y llegamos. Ahora sí que me emociono recordando esa entrada a la Plaza del Obradoiro. Una gaita sonaba en una de las puertas de acceso. Hacía sol. La plaza estaba a rebosar de peregrinos. Y ya no pude más. Una inmensa alegría recorrió mi cuerpo. Y aún lo recorre. Volví a mirar esa catedral que había visto la otra vez. Pero dentro de mi un sentimiento de superación me hacía reir y llorar al mismo tiempo mientras mi chico me abrazaba. HABÍAMOS LLEGADO.

El polvo del Camino
El polvo del Camino

La llegada
La llegada

miércoles, 28 de mayo de 2014

De mi barrio. Capítulo 1: las vecinas


Esta entrada lleva bastante tiempo escrita. Quería reunir el valor necesario para decirles a mis vecinas, que además de escribir sobre ellas desde el cariño, pero en internet y a todo el mundo mundial, quería retratarlas, como dirían ellas. 

Bueno, pues el valor no lo he reunido, pero he estado pensando que así es mejor. Prefiero que los que leáis esto, os imaginéis a vuestra propia Conchi o Mª Carmen. Porque en todos los barrios de casta las hay.

Algunas vecinas de mi barrio tienen el artículo determinado femenino singular "la" acoplado a su nombre propio por derecho. Es que no es lo mismo decir Mª Carmen que La Mª Carmen, porque con el "la" sabemos perfectamente a quien nos referimos. Es un "la" ganado a fuerza de años de convivencia y buena vecindad. Se sientan, juegan al parchís y entre "me como una y cuento 20 Chica" y "sipote Conchi que me dejas sin fichas" arreglan el barrio y el mundo. A la Conchi le súa el coño lo que digan de ella. Y sale a la calle cuando le sale del coño. Y siempre me cuenta que estudió con las monjas, y yo siempre le digo que le sirvió para poco, que es más ordinaria que un billete de autobús. Y a la Nati le da hasta vergüenza, como si no la conociera desde hace más de treinta años. Y la Conchi le dice a la Nati," ¡si a esta la hemos visto nacer!".

Y otra con el "la" es la antigua cocinera del Bar Pelitos que había en Ronda del Marrubial que esta mañana me ha dicho "¡Ay! que todavía me acuerdo cuando tu padre te sentaba en la esquina de la barra del bar y mira lo grande que estas ya!" y eso lleva diciéndomelo la buena mujer como 15 años.

Porque hay algunas mujeres de mi barrio que no envejecen. Algunas incluso rejuvenecen y aunque esté feo decirlo, a otras la viudedad o la falta de algún familiar cercano como madres o padres les ha sentado hasta bien.

La Nati,La Chica, La Mari y la Conchi. Cuatro vecinas de toda la vida. Ahora las veo pasear con algo menos agilidad que cuando yo era chica y me bajaba a la calle por las tardes. Cuatro mujeres de su casa y de sus vecinas. Lo que viene siendo gente de barrio. De alguna creo que no he llegado ni a conocer al marido, o lo mismo es alguno de esos hombres que pasaba el día en la tasca. 3 mujeres que conocen la vida de todo el barrio. Y no porque sean chismosas, sino que llevan 40 años recorriendo las mismas calles del barrio. Ahora las he visto y me ha hecho pensar en esa vida de barrio que se va difuminando entre bloques con ascensor. Y esas cuatro mujeres que siguen al pie del cañón.

jueves, 13 de febrero de 2014

Del Proyecto Primilla

Muchos de los que me conocen piensan de mi que soy una loca de los pájaros. En otras culturas, como la anglosajona, esto se considera una afición más, e incluso de gran reconocimiento y tradición como pasa en Reino Unido. Y no siempre me han gustado estos animales. Pero todo se pega.

Pues bien, hace unos años decidí que tenía que darle salida a mi vena conservacionista, y aunque algunos me imaginaban salvando las ballenas con Greenpeace, yo buscaba algo más moderado, también buscando olvidar malas experiencias con alguna asociación ecologista que había tenido años atrás. Y aún no sé cómo, encontré un boletín de SEO-Córdoba. Lo leí, estuve viendo las actividades que habían realizado y al final había un apartado para ponerse en contacto y en el que indicaban que necesitaban gente para el departamento de educación ambiental. Así que rápidamente contesté y el coordinador por aquella época, Iván Parrillo, me invitó a una próxima reunión que iban a  tener. Y allí que me presenté yo, sin conocer a nadie, sin saber ni de qué hablaban en la reunión (subvenciones, primilla, hacking....) y conociendo al recién llegado delegado de SEO-Andalucía.

Sin pensarlo mucho, y por ir haciéndome al grupo, me apunté a la primera actividad, que resultó ser de mulo de carga, ya que tocaba desalojar los materiales del hacking de la iglesia de La Compañía, donde se llevó a cabo la primera reintroducción de primillas por el método de crianza campestre. ¿Crianza campestre?¿Hacking?Pues eso mismo dije yo.

Reunión del Grupo Local SEO-Córdoba
Reunión del grupo local

Instalación de hacking
Instalación de hacking


Sin ser bióloga, o algo que se le parezca, me fui metiendo cada vez más profundamente en las actividades del grupo. Y finalmente me propusieron que me hiciera cargo de la coordinación del Proyecto Primilla ya que el anterior coordinador Juan Cívico, no podía ocuparse ya del proyecto. A él le doy desde aquí las gracias, porque sin su trabajo previo, al igual que el de todo el grupo, mi tarea hubiera sido mucho más complicada.

Uno de nuestros niños
Uno de nuestros niños

Uno de nuestros niños
Uno de nuestros niños

Introducción de un pollo en el cajón
Introducción de un pollo en el cajón

Pollos llegados del CREA
Pollos llegados del CREA


Tanda de pollos
Tanda de pollos


Al principio el encargo me vino muy grande. Es mucha responsabilidad trabajar con una especie que se encuentra en riesgo de extinción. Había muchos permisos que gestionar, voluntarios, instalaciones, materiales...Ahora lo veo con perspectiva. Fue muy duro, sobre todo las dos últimas temporadas ( 2011 y 2012)  porque nos encontramos con muchos impedimentos, tanto por parte de la administración local como impedimentos económicos. Aunque sea un proyecto de voluntariado ambiental, tiene un elevado coste en materiales y nuestro modesto grupo local ha tenido que hacer malabares y sacar dinero de donde hemos podido. Y el esfuerzo personal también fue enorme. Gracias Miguel Mesa, porque la última temporada fue una locura.

Miguel Mesa
Miguel Mesa


Los animales tienen que ser alimentado diariamente, además en turno de tarde, porque la alimentación se realiza en verano, que es la época de cría de esta especie. Se alimentaba por la tarde para reducir el riesgo de enfermedades al dejar restos de comida en la instalación del hacking. Para que los turnos funcionaran adecuadamente, era necesario contar con un mínimo de dos voluntarios, y reconozco que había turnos que se hacia muy cuesta arriba por las altas temperaturas que se alcanzan en Córdoba. Había veces que los turnos transitaban sin percances. Pero cuando había algún problema, no era uno solo, sino que se juntaban todos a la vez. Hubo un día que los pollos se asustaron y salieron espantados del hacking, y tuvimos que recoger pollos en varios lugares de la Casa de la Juventud. Otro día encontramos un animal muerto (el único en 5 años de proyecto).Fue un golpe duro y nos desanimó mucho a los voluntarios. Siempre lo recordaré. Otras veces nos llamaban del CREA para decirnos que alguien había encontrado en la calle uno de nuestros pollos y que irían en la segunda tanda. O nos llamaban de la Casa de la Juventud a horas intempestivas para avisarnos de que un pollo había caído al patio y que lo tenían en una caja de cartón.


Turno de alimentación
Turno de alimentación

Tenemos mil y una anécdotas, y no todas agradables.  También he de decir que siempre hemos tenido el apoyo del CREA de los Villares, y especialmente de Miguel Carrasco, que nos ha dado muchas fuerzas en tiempos difíciles. Y el personal de la Casa de la Juventud también ha estado muy atento a nuestras necesidades.

Introducción de pollos
Introducción de pollos

Introducción de pollos
Introducción de pollos

Tanda de voluntarios
Tanda de voluntarios


Ahora, a punto de volver a comenzar con los censos y a la espera de que nuestros primillas vuelvan a lugar donde fueron criados, veo el futuro con esperanza y agradeciendo toda la experiencia que he adquirido. Conocer una especie de primera mano, con la observación y el trato directo, no tiene precio. Los libros cuentan muchas cosas, pero lo que aprendes en el campo, queda aprendido para siempre.

Pareja en libertad
Pareja en libertad

Macho puesto en libertad por el Grupo Local SEO-Córdoba
Macho puesto en libertad por el Grupo Local SEO-Córdoba

Censando primillas
Censando primillas

Desde aquí os invito a que participéis con el grupo SEO-Córdoba en el proyecto. Ya no realizamos hacking, porque llegamos al número de parejas que establecimos en el proyecto originariamente. Pero continuamos con el seguimiento de la especie. El futuro es incierto y, quien sabe, a lo mejor tenemos que poner en marcha de nuevo nuestra maquinaria.


lunes, 27 de enero de 2014

Del tiempo robado

Está claro que todo el mundo tiene el mismo tiempo: 24 horas al día. Pero luego están los robadores del tiempo. Una vez leí Momo de Michael Ende y me marcó tanto que durante un tiempo dejé de llevar reloj. Esto te da una perspectiva de la vida con respecto del tiempo.

Están los días cortos, que parece que las horas se te escurren entre los dedos. Normalmente es porque haces algo que te gusta o que te absorbe. Pero la realidad es que estás empleando tu tiempo como quieres o puedes. Es un poco peligroso porque cuando te das cuenta tienes 10 años más y/o una familia a la que entregas tu tiempo y se pasan los años que dan vértigo.

Están los días largos, en los que no sabes qué hacer. Te puedes dedicar a muchas cosas que tengas pendiente, pero o te cansas o no llenas lo suficientemente bien el tiempo que tienes.Das vueltas buscando qué hacer y que ese día haya valido la pena. O te haya servido de algo. O a alguien. Hay quien se hace voluntario de la Cruz Roja. Hay quien escribe un blog. La verdad es que el que busca, haya, y se pueden hacer muchas cosas.

Y por último están los días perdidos. Te tiras la tarde esperando para la consulta del médico o del dentista, o de un abogado o resolviendo papeles, y aunque tenías tu cita hace dos horas, ahí estás, en la triste sala de espera. Si has aprendido de otras veces, tienes algo con lo que entretenerte, como un libro o una revista. Si no, rezas para no quedarte sin batería en el móvil, y pones al día todas tus redes sociales, redactas una entrada de blog (ésta la comencé en una de esas salas de espera) y hasta aprendes a utilizar Twitter. Y miras el reloj y te preguntas qué haces allí con el día tan bonito que hay fuera. Y piensas, que si te citaron a una hora, por qué no se organizan un poco mejor, porque cada "cliente" sabes más o menos a lo que va y cuanto puede tardar, porque no es lo mismo una primera cita que si vas a revisión. Y al final te das cuenta de que no te queda otro remedio para solucionar el asunto que te traes entre manos que darle todo ese tiempo tuyo al ladrón de tiempo correspondiente.

sábado, 18 de enero de 2014

De mi barrio. Capítulo 1: Los bares

La Real Academia Española define bar como local en que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador. Y en mi barrio lo del mostrador va a misa. Yo creo que hay más bares que vecinos. Y algunos más que peluquerías.
Pero hay que hacer una diferencia: hay bares y tascas. Los bares son aquellos en los que se ven familias, amigos,parejitas...Hay algunas tapas o incluso una carta, y los fines de semana te invitan a arroz o migas y en verano tienen las terrazas repletas.
 En las tascas solo hay hombres. La RAE las define como garito o casa de juego de mala fama. Tampoco hay que exagerar.Las tascas abren temprano,y desde temprano tienen a los parroquianos con el anís, el coñac, el sol y sombra... A las tascas no ha llegado la ley antitabaco. Y en todas huele igual: algo así como a bayeta húmeda,palillos rancios,"pirriaque" y tabaco. Las tascas son reconocibles desde fuera. La decoración puede variar pero si ves un bar medio a oscuras,que huele a tabaco desde la esquina y en el que se oyen voces discutiendo sobre el dómino ( no es una falta de ortografía) o bien un silencio sepulcral,sin duda te encuentras ante una tasca.
En mi barrio hay mucha disponibilidad de locales, fue diseñado con una visión muy comercial. Puedes poner cualquier tipo de negocio, pero si pones un bar, sabes que no te equivocas. Aquí se vive un poco como antes. La parienta en casa o en la compra. El pariente trabajando o discutiendo sobre futbol en el bar. Incluso recuerdo ocasiones de tener que ir la parienta a por el pariente para llevarlo a cenar a casa.
En fin, me consuela ver que las parejas jóvenes que van repoblando el barrio van perdiendo esas costumbres, y el pariente y la parienta van a la compra o al bar, indistintamente.