viernes, 27 de diciembre de 2013

De la transformación de actor en personaje

Tengo la enorme suerte de poder participar como fotógrafa en algunos montajes de teatro clásico. La compañía Teatro Par me abre sus puertas y me deja chismorrear en todos los ámbitos de su montaje. Es un trabajo que no tiene precio porque todos son la compañía. Todos montan. Todos desmontan. Todos están atentos hasta el más mínimo detalle.

 Hasta el momento he compartido con ellos dos montajes. El primero fue la tradicional representación de Don Juan Tenorio de José Zorrilla en la Diputación Provincial de Córdoba en el año 2012 y he repetido este 2013. La segunda ha sido en el incomparable marco de la Mezquita de Córdoba gracias al Cabildo de la Catedral de Córdoba, poniendo en escena el auto sacramental "La cena del Rey Baltasar" de Pedro Calderón de la barca.

En esta entrada os quiero contar cómo se ve desde fuera la transformación de un actor en personaje, tal como describe el título. Visto desde fuera y con el ojo fotográfico.

Os pongo en situación. Los actores van llegando, unos más puntuales que otros. Los ves vestidos de calle, personas de diferentes edades y estilos. Si te los cruzas por la calle es difícil pensar que puedan convertirse en una cándida Doña Inés o en el Juicio de Dios.

Comienza la tranformación
Comienza la tranformación

En esta imagen la actriz se va concentrando. Va perfilando sus rasgos a los del personaje. Acentúa algunas facciones para que no sean borradas por los focos. Está concentrada en el texto, repasando versos. Aprovecha cualquier lugar, un poco de soledad, fija su imagen en el espejo.

Pero no está sola del todo. Los espacios son los que son y las representaciones se llevan a cabo en los lugares mas insospechados, como en este caso, en el Palacio de la Merced de Córdoba, donde se cuenta que Isabel la Católica, a escondidas de su señor esposo, se reunió con Cristobal Colón para darle sus joyas y así financiar el Viaje.

Pero volviendo a los actores, comparte los espacios, que nunca sonlos apropiados, Pocas veces disfrutan de camerinos con iluminaciones apropiadas. Hay veces que mientras uno pulsa la luz, otro se maquilla. O se visten en un salón de actos.

El espacio es para todos
El espacio es para todos

Algunos buscan un poco de aislamiento, o simplemente están pendientes de su equipo, que jugaba hoy. Dependiendo de la época, o del personaje, tienen que adaptar su apariencia física, llevar pelo donde no suelen llevarlo...

Reparto del espacio
Reparto del espacio

Hay veces que tú estás ahí, tan arrinconada que casi no te ven, y entran en encuadre, y te piden disculpas, y luego agradeces la metedura de pata, porque da movimiento y sentido a la imagen. Es una pequeña intrusión en su preparación, porque como fotógrafa no quieres alterar su normal funcionamiento, y verdaderamente es lo que quieres captar, a ellos, su mundo, su transformación.

Tras la puerta
Tras la puerta

Entre pinturas y atrezzo están ellos, pero ya vas viendo al personaje. Van envejeciendo, tomando un tono más serio, o más dulce, o más pícaro, o más brabucón. Ya van asomando los personajes.

¿En qué siglo ando?
¿En qué siglo ando?

Bandean los tiempos, y un señor vestido como lo hacían en el Siglo de Oro puede estar buscando las llaves del coche a la vez que maldice en verso.

Un poquito más viejo
Un poquito más viejo

O un chico joven busca parecer un hombre de edad de tener a un hijo sinvergüenza. Un poco de blanco por aquí, unas líneas de expresión por allá...

Doncellas
Doncellas

Unas hermanas cuales doncellas ayudan con los ropajes y los cordones, al tiempo que dan las últimas instrucciones. 

Aparezco
Aparezco

Por un momento en el encuadre se vuelven a confundir épocas. Y sin querer, o no, ahí estas, viajando en el tiempo inmersa en un ir y venir de ropajes, decorados y textos.

Atrezzo
Atrezzo

Personajes
Personajes

Materiales preparados, actores caracterizados. Comienzan a calentar la garganta, a sacar voces que no son las suyas, que pertenecen a tiempos pasados. Pasean arriba y abajo, recitan los últimos versos, se toman fotografías de recuerdo...Bromean, todos a escena, el público va llenando el patio de butacas y los actores ya no son tales. La tranformación ha terminado.


A escena
A escena

Maquinando
Maquinando

A la conquista
A la conquista

En el convento
En el convento

Suspiros de amor
Suspiros de amor

No es verdad ángel de amor...
No es verdad ángel de amor...

Convidado de piedra
Convidado de piedra

La burla
La burla

Redención
Redención

Ascensión
Ascensión

Despedida
Despedida








jueves, 19 de diciembre de 2013

De cómo la noche, una aguja y lana te hacen pensar

Esta noche, mientras tejía los adornos de navidad me he dado cuenta de una cosa. En verdad no se teje o crochetea. En verdad es una lucha con la lana. La retuerces y la estiras hasta que le sacas un punto. Y ya has terminado. Y vuelves a empezar. La enganchas, la enredas y ya tienes otro punto. Así, arrancando punto a punto, es como se obtienen los tejidos. Una sucesión de luchas que a base de derrotas y triunfos va tomando forma entre las manos. Hay veces que la derrota puede contigo, y te enfadas y hasta tiras la lana que te ha hecho sufrir. Pero cuando triunfas y el hilo toma forma y se rinde a tus deseos el fruto de la guerra de la hebra y de tus manos es un orgullo.

Haciendo experimentos con mi aguja de madera
Haciendo experimentos con mi aguja de madera

 En una sociedad de lo prefabricado y prediseñado es normal que triunfen los antiguos hábitos. El tan llamado DIY ("do it yourself") se abre paso con originalidad volviendo a la personalización y al orgullo de la producción propia.

Primera hornada de adornos
Primera hornada de adornos

Primera hornada de adornos
Primera hornada de adornos


 Y en eso estoy, porque quiero que la frialdad de los espumillones de colores chillones se transformen en la calidez de la lana, alguna que me llega de los tiempos de mi abuela, de lo que le quedó sin hacer. Y yo siempre pienso "¡si me viera ahora tejiendo!"


Documental Guadalquivir

Ayer estuve en el cine con algunos amigos pajareros viendo el documental Guadalquivir de Joaquín Gutierrez Acha.


El tráiler prometía bastante, algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Pero la realidad no ha sido así. La línea argumental falla bastante. Comienza centrando la atención en un "personaje" en un hábitat concreto, y pasado unos minutos, cambia radicalmente para pasar el protagonismo a otro personaje diferente. 

Está cargado de estereotipos andaluces con flamenco de fondo, promoción de Doñana y con unas licencias poco plausibles. 

Parece más un documental de avifauna que de fauna en general, con algunos toques de reptiles y mamíferos, obviando por completo el lobo y tratando el tema de la caza legal desde un punto de vista bastante acertado a mi parecer.

Hay varios momentos en los que la imágenes son impresionantes, con vuelos de flamencos, atardeceres y contraluces increíbles, y no parpadeéis en el momento en el que aparece el águila real, no digo más. 

martes, 17 de diciembre de 2013

Grulleando por el Alto Guadiato

De ese día guardo muchas imágenes, algunas fotográficas y otras mentales, pero esta es para mí la imagen del día.


La estepa cordobesa donde la vista se extiende kilómetros y kilómetros parando sólo en encinas enormes que dan bellotas dulces. Avutardas, grullas sisones, calandrias...pero siempre ella, la encina, la que guarda, la que vigila, la que da cobijo. Se basta sola. A veces la acompaña su sombra. pero allá donde miras siempre está ella. 
La imagen es simple, dos colores básicos, azul y marrón, que configuran el campo en tiempos de sequía donde ella se alza impertérrita y sólo amenazada por la seca. 
Aquí os la dejo, mi imagen de la Señora.


Declaración de intenciones

Inauguro este blog casi finalizando el año. Ha sido una propuesta ajena a mi, y después de madurar la idea y tantear por la red me he decidido. Esta va a ser la visión de un mundo global, visto por una fotógrafa, pajarera y crochetera.